viernes, 22 de diciembre de 2023

UN VERANO VIOLENTO

 

El vertiginoso ascenso del outsider Milei a la presidencia de Argentina y sus primeras medidas de gobierno sirven para que aprendamos mucho de economía política, y de los seres humanos. La primera conferencia de prensa con la enumeración de una serie de 30 medidas, cada una de ellas verdaderas bombas, parecía un catálogo de buenos deseos, un índice de wishful thinking, una performance más del outsider destinada a provocar un debate veraniego y estrellarse enseguida contra los muros de un Parlamento peronista hostil. Pero hoy me entero que el temible decreto que emitió Milei está contemplado en la Constitución argentina. Se llama DNU, Decreto de Necesidad y Urgencia, que le permite en circunstancias excepcionales emitir ciertas normas sin pasar previamente por el Congreso. Basta con que esté firmado por todo el gabinete. Milei citó a ambas cámaras para sesiones extraordinarias, ahora en pleno verano en lugar de esperar al primero de marzo. Si en diez o veinte días las dos cámaras no lo rechazan, pasa a ser ley vigente. Por eso es mucho más violento y peligroso para la izquierda que la super LUC uruguaya que tanto irritó a la oposición cuando se votó en el 2020. Todos los presidentes desde Menem en adelante han usado los DNU profusamente, solo que éste de Milei es un ómnibus (una granada de fragmentación) que contiene decenas de artículos (como nuestra LUC) y que Milei utiliza  para tratar de imponer un régimen ultraliberal absolutamente opuesto al socialismo populista de los Kirshner. La propiedad privada, la empresa, el mercado, la competencia, la libertad y el individuo, contra la propiedad colectiva, el Estado planificador, la igualdad, la solidaridad, el subsidio.

 Izquierda y peronismo van a poner toda la carne en el asador para  derrotar o derrocar al audaz Milei y su equipo. Los orientales miraremos la singular pulseada desde Playa Ramírez, y después vemos cómo nos pega el desenlace, tranquilos.

martes, 19 de diciembre de 2023

SILVITA Y LOS CINEASTAS

 

Setiembre del 2020

SILVITA Y LOS CINEASTAS

Hoy Silvita me llamó furioso porque a las siete de la mañana lo despertó un tipo que con un megáfono le gritaba  cosas a unos camarógrafos y a otros veinte tipos que parecían estar ahí sin hacer nada. Dice Silvita que era una de esas empresas publicitarias tontas que filman comerciales para otras empresas tontas y lo único que se les ocurre es venir a filmar delante del Mercado del Puerto como si fuera una escenografía de Hollywood o la única en el Uruguay y no viviera allí un mundo de gente que trata de dormir en domingo un rato más.  Dice Silvita que   vienen con sus reflectores y sus estúpidos camiones, ponen una cinta amarilla y unos patovicas enormes no lo dejan pasar a su propia casa y ni siquiera lo invitan con unos sánguches que las chicas del catering reparten entre los asistentes de producción a ojos vistas de todos los vulnerables del barrio que miran de afuera la ñata contra el vidrio.  Dice Silvita que lo bueno que tenía la pandemia era que desde marzo lo dejaban tranquilo estas empresas de cine ,  siempre dirigidas por algún director  insoportablemente joven que se cree   Spilberg porque hizo un año de Comunicaciones en la UDELAR; empresas  agrandadas por un  gobierno que les da manija  diciéndoles  que son la industria sin chimeneas y el futuro del país.  Con razón los estudiantes de medicina vienen después a querer hacer sus fiestas inmundas, y lo peor es que después vienen otros emprendedores thirtysomething y ponen  unos coffee shops con unas insípidas tartas de zanahorias que llaman carrot cakes, y luego vienen otros jóvenes cancheros y de pelo largo  que ponen unos quioscos  de cerveza artesanal que andá a saber qué es  y atrás vienen pintores y saxofonistas todos tatuados  y como son la vanguardia, atrás de ellos tendrían que venir los inversionistas con plata  de verdad y comprar y reciclar casas viejas tapiadas  con bloques donde viven algunos pastabaseros, que saludan a Silvita y le dicen buen día vecino no le sobra alguna monedita. Entonces le dije a Silvita que si todo esto pasara la Ciudad Vieja se gentrificaría y nos subirían los alquileres y los inquilinos tendríamos que  mudarnos a Casavalle adonde Bartold va a poner la oficina del MIDES, pero los gobiernos son tan torpes que  no saben cómo estimular a los inversionistas para que levanten el barrio  y por suerte los coffee shops se van a ir con su ridícula carrot cake a otra parte y todo va a quedar como estaba antes de la pandemia, incluso hasta va a ser placentero soportar toda la noche los enormes parlantes  del Museo  del Carnaval y todo eso. No sé si se quedó más tranquilo, pobre Silvita.

viernes, 1 de diciembre de 2023

LA INTERSOCIAL FEMINISTA

 La izquierda tiene la costumbre de crear "sellos de goma", instituciones integradas por muchos "colectivos" para dar la impresión de pertenecer a movimientos masivos.  Un sello que tiene mucha prensa hoy en día es la Intersocial Feminista, que "lucha por los derechos humanos de las mujeres". Entre otros, la integran la Asociación de Asistentes Sociales, Amnistía Internacional del Uruguay, Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo (CIEDUR), la Coordinadora Nacional Afrouruguaya, Cotidiano Mujer, Redes Amigos de la Tierra, Sindicato Unico de la Aguja, Sociedad Uruguaya de Actores y otros grupos. El 24 de noviembre esta Intersocial Feminista publicó (se supone que en consulta con sus colectivos) una declaración en  solidaridad con el pueblo palestino, pero sin mencionar a las centenas de mujeres israelíes que fueron violadas y asesinadas el 7 de octubre en algunos kibutz y que provocó la violenta reacción de Israel. Callando los atropellos inauditos que sufren las mujeres en todos los países musulmanes, incluyendo Palestina, en contraste con la libertad absoluta que gozan las mujeres israelíes, parece ridículo que la Intersocial Feminista se dedique a "luchar por los derechos de las mujeres". Obviamente heredan del marxismo del siglo pasado el resentimiento  contra todo lo que sea norteamericano, inglés, francés, italiano, blanco, capitalista, occidental, exitoso, rico, liberal o judío, y no tienen ningún problema en aliarse con Irán,  Irak, Siria, Turquía, Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Rusia, China y demás tiranías que pululan en la ONU. Callando la infinita crueldad de Hamas del 7 de octubre se hacen cómplices de los terroristas de la Yihad Islámica, de Al Qaeda, Hizbollah, Isis, Hermanos Musulmanes, Estado Islámico, etc. La triste ventaja que tienen esas declaraciones es que se sabe de antemano que todas las que emitan Amnistía Internacional, Sociedad Uruguaya de Actores y demás, estárán sesgadas por su ideología antiliberal, y carecen de toda legitimidad. La triste desventaja es que el movimiento feminista se resquebraja y se frena porque se utiliza descaradamente para otros fines. Allá ellas y ellos.

lunes, 27 de noviembre de 2023

PUNTA BALLENA

 


                                                      

La costa uruguaya, comparada con la de muchos países de Occidente, está muy bien protegida por varias leyes nacionales. Lo que más la destaca de otros países, por ejemplo Brasil, es el carácter público de las playas y su fácil accesibilidad. No hay playas privadas sobre el Río de la Plata ni sobre el Océano Atlántico. Cualquier persona puede hacer tremendo picnic en ellas, o recorrerlas por decenas de kilómetros, sin toparse con obstáculos (lamentablemente no es así sobre el Río Uruguay, que también pertenece a la Costa en dichas leyes). 

Todo comenzó con Horacio Terra Arocena, (padre de Juan Pablo), que desde el Senado en 1946 promovió la notable Ley de Centros Poblados, destinada a regular en general la creación de nuevos pueblos y fraccionamientos, y en particular los fraccionamientos de la costa. Creó una franja de 150 metros medida a partir del límite superior de la ribera, que no se puede fraccionar. La intención de Terra era impedir construcciones en áreas inundables, y sin querer terminó protegiendo la costa y el delicado equilibrio que existe desde hace millones de años en las playas. En 1946 no había demasiada conciencia ambiental, ni información sobre la dinámica costera, y solamente con los años se empezó a percibir que las construcciones sobre las dunas perjudican la configuración y estructura de la costa: con las tormentas del invierno las arenas de la playa y sus dunas móviles se retiran al mar, y vuelven a la costa en el verano siguiente; si se interponen construcciones, ese movimiento se corta y en algunas décadas las playas pueden perder arena o desaparecer. Cuando por presencia de barrancas o acantilados las tierras a fraccionar son altas, bastante más altas que el mar, como en Punta Ballena, las Intendencias estaban facultadas para reducir el ancho de la faja de 150 metros a cero. En algunos fraccionamientos la Faja se ha podido conservar porque fue cedida a las Intendencias junto con las calles, las plazas, el terreno para la escuela y cosas así. En otros casos los antiguos dueños o sus herederos han conservado la propiedad de la faja y ahora tienen interés en edificar. La ley prohíbe fraccionar pero no dice nada sobre que no se pueda edificar.  En el 2008 se incluyó en la Ley de Ordenamiento Territorial un artículo 50 que dice que en los fraccionamientos no consolidados es obligatoria la Faja de 150 metros y además se prohíbe la construcción de edificaciones contiguas paralelas a la costa, que es justamente lo que hace el proyecto de Punta Ballena, pero como dicen los abogados y escribanos, cada caso es diferente y hay que estudiar los títulos de cada padrón desde la época de la Colonia. Es casi seguro  que en el caso de Punta Ballena, un cabo alto y rocoso, la aplicación o no de la Ley de Centros Poblados y su Faja de 150 metros, como dice el Ministro Bouvier, ya haya sido laudada en los largos juicios con la Sucesión Lussich.  En cambio entraron a jugar la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de 1994 y el Código de Aguas del Decreto-Ley de 1978, que establecen una Faja de Defensa de Costas de 250 metros de ancho a partir de la ribera y que cada acción que en ella se proponga y pueda perjudicar la configuración y estructura de la costa,  deberá ser sometida a una Evaluación de su Impacto Ambiental. Sabiamente,  la ley obliga al Ministerio a poner el proyecto "de manifiesto", publicarlo, para que la gente envíe sus observaciones, que es en lo que estamos ahora.   

            La ley es muy específica en cuanto a la definición de los impactos negativos: alteraciones de las propiedades físicas, químicas o biológicas y la diversidad del medio ambiente causadas por actividades humanas que dañen  la salud, la calidad de vida, las condiciones estéticas, culturales, del medio y la población.  l

            Desde que se promulgó la ley, los informes de impacto que deben entregar las empresas al Ministerio de Ambiente tienen cientos de páginas y son todos iguales: una primera parte muy dura, de ciencias duras, escrita por físicos, químicos, biólogos e ingenieros, con larguísimas descripciones de todas las rocas, la tierra, los animales, las plantas, el clima, el mar y los peces, la población y su pirámide de edades,  una larga enumeración borgeana de datos mayormente inútiles para las decisiones políticas que deben tomar Directores, Ministros y Presidentes. Luego una segunda parte “social”  sobre los impactos causados por esas actividades en la salud, la estética, la cultura, la calidad de vida de la población y del medio. Como la ley no describe (por suerte) qué es la salud, la estética, la cultura y la calidad de vida, y son términos muy ambiguos que se prestan para la improvisación, las empresas se han visto en figurillas para evaluar esos impactos sociales.

El larguísimo resumen de su Evaluación del Impacto del proyecto Punta Ballena, que se puede leer en las páginas del Ministerio, fracasa en su pormenorizado intento  de justificar la pérdida del paisaje y del disfrute y uso público de todo ese espacio extraordinario, y es deliberadamente omiso en describir su régimen de propiedad: un emprendimiento cerrado, Club de Campo o Country Club al estilo argentino o de La Tahona del Camino de los Horneros en Canelones, donde todo el predio es privado, las calles son privadas con casetas de vigilancia en la entrada, sin calles públicas. El espacio natural como es hoy, accesible a toda la población local, regional e internacional, que disfruta del paisaje, las rocas, los espacios verdes con su fauna y su flora, la puesta del sol, los deportes al aire libre, se ve reemplazado por un espacio privado, inaccesible, con una pantalla continua de edificios apenas por debajo del camino, con dos pequeños miradores cedidos graciosamente al uso público, y un delgado contorno público sobre las rocas que ni el mismo Batman se atrevería a recorrer.  

Por la cantidad de apartamentos, por la obstrucción física y visual que suponen, por instalar un precedente inaceptable como es el de autorizar sobre la costa emprendimientos en Propiedad Horizontal cerrados con calles privadas, el proyecto, así como está formulado, debe ser rechazado, reformulado en todo sentido, reducido a la mitad en intensidad de uso, abierto a calles públicas, o como último recurso, expropiado con indemnización en función del interés general. 

Recomiendo la lectura de dos documentos recientes: uno de la arquitecta Isabel de Viana, reconocida urbanista de larga trayectoria en estos temas, Suicidio Inducido, en la revista Voces del 9 de noviembre, y otro de UDELAR Maldonado, Manifiesto Punta Ballena. Inevitable mix de ideología con opiniones técnicas.

 

domingo, 30 de julio de 2023

NANCY FRASER Y LA SOGA

 NANCY FRASER Y LA SOGA

Compré La revista Lento por curiosidad, para ver qué traía. Es un gran esfuerzo editorial, en papel, del periódico La Diaria. El número de julio, recién salido, tiene un artículo escrito por Nancy Fraser, conocidísima filósofa, política, feminista. Predice la  inevitable caída del capitalismo por varias razones, pero esta vez las razones de Fraser son diferentes a las predicciones del Manifiesto Comunista que yo leía en 1960. 

Una tiene que ver con democracia y poder: las grandes corporaciones financieras, autorizadas a hacer lo que quieran en el mercado neoliberal, son mucho más poderosas que muchos Estados, y con tal de lograr sus metas de acumulación capitalista.  son capaces de desestabilizar los poderes públicos elegidos democráticamente, que antes las habían incubado y protegido.  

Otra razón es de tipo ecológico, porque la depredación del planeta por las empresas capitalistas está ya revelando los límites de los recursos naturales y el futuro previsible de un mundo tapado de objetos de consumo y basura.  

La tercera razón de Fraser es que aparece una nueva clase redentora: la mujer, explotada sin piedad ni remuneración por el neoliberalismo patriarcal, pero ahora empoderada por el feminismo y la perspectiva de género. Las mujeres son la nueva soga que va a ahorcar el capitalismo, rechazando su rol asignado de ser solamente madres. Las mujeres feministas no van a derrocar al capitalismo asaltando el Palacio de Invierno sino abandonando su función social reproductiva y privando al mercado neoliberal de nuevas generaciones de consumidores.  

Esta visión tiene su versión espejo en los partidos populistas de derecha, también preocupados por la reducción de los nacimientos en el mundo por culpa del feminismo radical, pero que a diferencia de los partidos de izquierda, odian la "ideología de género", el movimiento LGBTI+ y todo lo que lo rodea, hasta el punto de culpar a los gays por contribuir a la despoblación del mundo. En la carátula del libro Capitalismo Caníbal, aparece la famosa serpiente que se come la cola. Es un símbolo que también quiere decir que los extremos se tocan.

                   


lunes, 24 de julio de 2023

GRAVEDAD

                                             

    La explicación de la gravedad, la fuerza misteriosa que atrae a los cuerpos celestes, se me presentó hace muchos años en un sueño. Casi nunca retengo los sueños aunque me lo proponga, pero éste lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer. La explicación de la gravedad que se me dio en ese sueño es tan simple que nunca me animé a contarla, pero es ésta: La presión en el centro de los cuerpos celestes es tan grande que todos los elementos están en estado líquido. Todos los átomos entonces se acomodan con su eje apuntando hacia afuera. Las partículas girando en torno a su núcleo generan un pequeño campo magnético. La suma de millones de pequeños campos magnéticos es la fuerza de gravedad que atrae los astros y sus planetas. Alguna vez fantaseé con contarle mi sueño a un amigo astrónomo, o científico a secas, pero me detuvo el temor al ridículo, o peor: la condescendencia, la palmadita paternal en el hombro. Pobre Einstein que quemó todas sus neuronas de 160 puntos de Coeficiente Intelectual tratando de unir la atracción de los cuerpos celestes con el magnetismo de los átomos chiquitos y no pudo llegar a nada. Y a mí me llega la explicación de la gravedad por la vía del sueño, sin la participación de un arcángel o virgen morena o espíritu santo que me hubiera servido para fundar una religión o por lo menos una secta chica para juntar plata y poder acostarme con las feligresas más entusiastas.

                Hoy que tengo 80 años y no tengo nada que perder, lo cuento entre amigos tan viejos como yo que comparten conmigo el humor y la sensación de la inutilidad de todo. Bueno, de casi todo, porque desde que me fue dado ese mensaje, me he sentido ubicado en el centro de gravedad del planeta, la gente, la religión, la política, el arte, la filosofía, y puedo mirar en todas direcciones con la misma objetividad y desapego que un robot diseñado por Inteligencia Artificial, algo muy parecido a lo que le pasó a Borges y a su amigo Daneri en presencia del Aleph. Me siento bien acompañado, y con ánimo suficiente como para decirle a los amigos que cada quién busque su Aleph, que hay muchos.

miércoles, 21 de junio de 2023

MEMORIA, VERDAD Y ARCHIVOS

 

            Cuando yo era joven y estudiaba arquitectura a mediados de la década del sesenta,  me llevaron un par de veces a pequeñas reuniones familiares con Rodney Arismendi, secretario general del Partido Comunista.  Él nos explicaba que la Historia era como un tren que marchaba hacia adelante, impulsado por leyes inexorables,  propias del determinismo histórico y el materialismo dialéctico. Nuestro papel como militantes era solamente oficiar de parteros para ayudar al alumbramiento de una nueva sociedad, más igualitaria y más justa: la sociedad comunista. La locomotora era el Partido, conduciendo, y detrás venían los vagones de la clase obrera organizada, y el pueblo. Más atrás  la clase media, siempre vacilante, nos acompañaría hasta cierto punto y después quizás se desengancharía. 

            Aquel paradigma de la historia, visto por Arismendi como un tren, era propio del mecanicismo del siglo XIX y la física de Newton, pero a mediados del siglo XX todavía tenía un inmenso atractivo: sabíamos que la burguesía iba a caer, como la famosa manzana, en el regazo de la clase obrera, y esa certeza era lo que nos daba fuerzas para militar por la salvación de la humanidad por mil años o más.  Arismendi nos explicaba  que  teníamos que acumular fuerzas, conseguir la adhesión de mucha gente, en lo posible toda la clase obrera y toda la clase media, agrandar el Partido, agrandar la izquierda, fortalecer los sindicatos, juntar todas las masas democráticas en un gran frente popular. La reforma agraria, la nacionalización de la banca y del comercio exterior eran algunas de las banderas que podían unir la clase obrera con la clase media, los pequeños comerciantes y pequeños productores rurales. Las libertades democráticas del Uruguay eran el marco ideal para acumular fuerzas. No se debía ni podía pensar en una revolución socialista sin haber juntado la voluntad o el consentimiento de la mayor parte de la población. En algún momento, la crisis del capitalismo sería inevitable y las contradicciones del sistema estallarían y el régimen burgués mostraría su verdadera cara represiva, pero encontraría a las masas preparadas para combatir a la derecha y encauzar la revolución.

            Otros grupos más radicales, como los tupamaros, también me invitaban a sus reuniones. Ellos pregonaban el foquismo:  un grupo chico, armado y bien dispuesto, en nombre de los intereses populares, también podía "acelerar las contradicciones del sistema", obligar a la burguesía a sacarse la careta democrática y reprimir la rebelión. En el fragor de la lucha, las masas descubrirían la verdad y se sumarían al movimiento revolucionario. La tesis tupamara también interpretaba la historia como un engranaje, un progreso mecánico, acelerado o lento, pero sin retroceso y en una sola dirección: el socialismo.  En algún momento parecía que Arismendi iba a denunciar a los tupamaros como provocadores que ponían en peligro la trabajosa acumulación de fuerzas lograda durante tantos años, pero no se animó, y decidió acompañar el foquismo tupamaro, la propuesta suicida del Che,  con los resultados conocidos : los tupamaros, en su mayoría estudiantes e intelectuales de la clase media,  se alzaron en armas a mediados de los sesenta para derribar la "democracia burguesa". El Parlamento convocó a los militares para combatirlos, y en pocos meses de 1972 ganaron la guerra, los derrotaron copiando los  terribles métodos de tortura de los franceses contra los argelinos de fines de los cincuenta. En febrero del 73 la mayoría de la izquierda acompañó la insubordinación militar contra el nombramiento de un ministro, y acompañó los famosos comunicados 4 y 7 de los militares, presuntamente progresistas.

            El 27 de junio de 1973 los militares dieron el golpe de verdad  casi sin resistencia, salvo una tardía huelga general de diez días, como una voltereta absurda que quiso ser heroica.  Arrasaron con el Partido Comunista que no había usado sus armas, desaparecieron a doscientos enemigos, torturaron y maltrataron a miles de militantes de izquierda, proscribieron a  los líderes demócratas insumisos y se quedaron doce años ejerciendo el poder, por el poder en sí. Fracasaron en la gestión de gobierno, perdieron un plebiscito y pactaron con los partidos políticos una salida decorosa: amnistía para los tupamaros y amnistía para los militares (ley de caducidad). Pero verdad y justicia no se llevan bien. Contar dónde están los cuerpos de los desaparecidos es lo mismo que delatar a  los generales que estaban a cargo, fechas, lugares y circunstancias de cómo mataron a los detenidos. Como los militares ganaron la guerra, para volver a los cuarteles le impusieron a Sanguinetti un pacto de silencio, y aquel pacto se mantuvo hasta hoy .  Los militares guardaron sus archivos bajo cuatro llaves, y Sanguinetti, Lacalle Herrera, Batlle, Vázquez y Mujica cumplieron con su performance, negociando algunas condenas en los casos más flagrantes.

            La decisión de publicar todos los archivos del Ministerio de Defensa que se piden al amparo del derecho de información es una jugada a tres bandas muy inteligente por parte de García, Ministro de Defensa, y el Presidente. Se termina con el relato sesgado de que los tupamaros se alzaron contra un dictadura. En los miles de archivos del Ministerio, más los miles de archivos que se subieron a Internet por manos anónimas, sin perjuicio de la eventual minuciosidad burocrática, banalidad o truculencia de los informes militares, se podrán entresacar fechas, nombres, lugares, datos concretos, acciones y declaraciones que revelarán otra historia diferente o complementaria de la versión "fake" que domina en los Museos de la Memoria. Se abre todo un juego nuevo de Memoria, Verdad y Justicia, y veremos si las dos tribus están a la altura del desafío. Desconfío.     

 

 

viernes, 26 de mayo de 2023

DIALOGO DE CONVERSOS

 De Roberto Ampuero, con Mauricio Rojas, con prólogo de Vargas llosa, Editorial Debate, Argentina.

Es el libro que me hubiera gustado escribir. Está medio agotado. Es un diálogo del 2016 entre dos intelectuales chilenos, ya veteranos, que a fines de los sesenta eran militantes de izquierda muy radicales: uno del MIR, la versión equivalente de nuestro MLN Tupamaros, y el otro de la Juventud Comunista. La conversación gira en torno al entusiasmo juvenil que sintieron por Fidel Castro y la Revolución Cubana, los desatinos que creyeron o hicieron antes y durante el gobierno de Allende, y cómo contribuyeron con sus acciones a derribar la democracia chilena y provocar el Golpe de Estado y la horrible dictadura de Pinochet. La segunda parte del diálogo incursiona crudamente en crítica al marxismo, la autocrítica, la culpa, el dolor de separarse ideológicamente de los amigos y compañeros, y en el largo proceso de renunciar a los ideales de la revolución socialista, afiliarse al liberalismo, repasando méritos y defectos de la socialdemocracia sueca. Es un libro fascinante para todos los que hemos pasado por conversiones parecidas, porque en este caso los que dialogan son de un altísimo nivel intelectual, pero de lenguaje franco y sencillo.

 

 

  

sábado, 6 de mayo de 2023

LA ESPADILLA

 


TRUCO: Lacalle tuvo la gentileza de llamar a Manini para organizat la renuncia decorosa de su esposa Moreira. 

RETRUCO: Manini desafió a Lacalle, pidiéndole públicamente  que reflexione y revise la medida. Algo nunca visto que puso a Lacalle entre la espada y la pared. 

VALE CUATRO: Lacalle reaccionó de inmediato, llamando a Moreira y pidiéndole la renuncia. Moreira renuncia públicamente con una declaración enojada. 

POROTOS: Cuatro para Lacalle, cero para Manini: 

Por suerte el episodio sirvió para mostrar, ahora que todavía son pichones, que la pareja Manini-Moreira juega fuerte....

domingo, 2 de abril de 2023

SILVITA Y LA REFORMA JUBILATORIA

    Me llamó mi compañero de Facultad Juan Silva, alias Silvita, rubio, bajito, de pelo crespo, menor que yo. Silvita está preocupado por la suerte de la reforma jubilatoria. Más bien por el presidente, porque si encalla el proyecto, dice Silvita que le puede ir mal en las elecciones del 24. Silvita sufrió un poco de bullying en la infancia por ser petiso. Dice que muchos hombres bajitos como él tuvieron que desarrollar una personalidad muy fuerte y poderosa para compensar la escasa estatura y así evitar el bullying. Los hombres bajitos se proponen desafíos gigantescos, como Napoleón o Maradona: fundar un imperio o ganar un campeonato mundial. O como Macrón y Lacalle: casualmente ambos miden 1.72, pero lo cierto es que los dos se propusieron sacar adelante la reforma jubilatoria, una de las leyes más necesarias y más impopulares del siglo XXI. Dice Silvita que mientras a Macrón los franceses le incendiaron todo París, Lacalle fue mucho más vivo, postergando la implementación de la ley hasta dentro de veinte años: como las generaciones jóvenes destinatarias del nuevo proyecto no creen que un día vayan a envejecer, no les importa nada el tema y se quedan tranquilas.  Como muestran las pirámides de edades, las soluciones al envejecimiento de la población y la disminución de los nacimientos son terribles, y no son muchas: que la población activa trabaje unos años más y  que los jubilados ganen un poco menos. Para este segundo punto, lo único que hay que hacer para calcular la jubilación es tomar el promedio de sueldos de los mejores 25 años en lugar de tomar los mejores 15. Silvita admira los empeños heroicos de este Gobierno pero lamenta que no reconozca que con este proyecto las jubilaciones van a bajar. “Estoy deseando que alguna vez en mi larga vida, un gobernante en ejercicio me diga la verdad, que no mienta; sería un soplo de frescura en medio de tanto descreimiento. Vos qué pensás? ”  Mirá, le dije, no he leído con atención el proyecto de ley; en estos días estoy fascinado diseñando una leudadora casera. Lleva un transformador y un alambrecito  que mantenga a 26 grados la mezcla de harina y agua para hacer masa madre. “Contigo no se puede hablar” me dijo, y me colgó. Pobre Silvita.



 

 

 

 

jueves, 30 de marzo de 2023

EL ESTADIO Y LAS CLASES SOCIALES

 


    Cuando era niño iba con mi padre a ver a Nacional a la tribuna América, bastante exclusiva y burguesa. En los años de liceo iba con compañeros de clase a la Olímpica, más clasemediera. Como estudiante universitario iba con otros camaradas a la Amsterdam, popular y proletaria, y coincidiendo con la caída definitiva de la Suiza de América, terminé en 1970 yendo a la Talud para ver al Nando Morena, que jugaba tan bien. A la tribuna Colombes nunca fui porque era una tribuna medio lumpen, término en desuso que en clave marxista aludía a chorros y desclasados. Pero las cuatro tribunas respiraban cierta homogeneidad republicana, todo el mundo se mezclaba un poco, y uno podía ir a cualquiera de las cuatro, con más o menos dinero. Lo cierto es que el Estadio Centenario de 1930 representaba, como arquitectura, el proyecto de una sociedad bastante igualitaria, la democracia del Uruguay socialdemócrata. Pero nadie protestó cuando Peñarol construyó su estadio en el 2006 vendiendo 120 palcos VIP para que sus socios más chetos vieran los partidos desde sus cómodos cubículos vidriados. La arquitectura reflejó esta vez el fin del viejo sueño batllista. Compleja tarea tendrán los organizadores del mundial del 2030 para financiar las reformas del Estadio Centenario, patrimonio histórico, y mantener sus valores arquitectónicos y sociales.

viernes, 10 de marzo de 2023

CULTURA WOKE

 

  En la década del 2010 a raíz de la violencia reiterativa, en la que policías blancos en una manifestación mataron  un civil afroamericano, la comunidad agraviada empezó a usar la palabra “woke”,  como sinónimo de “social y políticamente consciente contra el racismo y la discriminación”.  En esa década nació también el movimiento BLV, “Black Lives Matter”, (la Vida de los Negros Importa). Esta consigna también se consolidó nacionalmente a raíz del asesinato de Michael Brown en 2014, y de George Floyd en el 2020, por parte de policías blancos, y las violentas reacciones que destrozaron el centro de las ciudades de Ferguson y Minneapolis respectivamente. En 2017 surgió el movimiento Me Too, de denuncias masivas de acoso sexual (Todo esto está en Wikipedia muy bien desarrollado)

La consciencia Woke se extendió a la lucha contra el sexismo y la opresión de clases. La unión de las tres luchas se conoce como “lucha interseccional”: de raza, género y clase social. El énfasis que cada colectivo pone en alguna de las tres identidades, explica la diversidad del movimiento woke y las diferencias internas que existen en la izquierda norteamericana, que en general forma una parte grande del Partido Demócrata.  La actitud Woke, según un columnista del New York Times, es “estar radicalmente consciente, justificadamente paranoico y conocedor de la podredumbre que permea las estructuras del poder”.

                Como vimos anteriormente, la izquierda, en todo el mundo, ha introducido en la praxis política lo que se conoce como “política de identidades”. Consiste en priorizar los intereses de un grupo sin tener demasiado en cuenta los intereses de otros grupos, más grandes y diversos. Se promueven los intereses, entre otras, de tres minorías fundamentales: raza negra, mujeres y clase obrera, y es muy difícil para la izquierda conciliar los intereses de las tres minorías identificadas como colectivos diferentes.  Tampoco es fácil unir las tres minorías oprimidas en una lucha contra el capitalismo como se hacía en la Guerra Fría, porque gran parte del contingente woke es de clase media blanca y educada y hoy está desinteresada en las viejas fórmulas emancipatorias de los sesenta y setenta.

                Donde las minorías woke se ponen de acuerdo es cuando señalan al gran culpable de todas las inequidades, y es el hombre blanco, hétero, patriarcal, occidental, norteamericano o de origen europeo, y las instituciones que inventaron y dirigen: museos, universidades, iglesias, parlamentos, periódicos, ejércitos, cortes de justicia. Según la prédica woke, racismo, sexismo y clasismo son males estructurales de la democracia norteamericana y deben ser “deconstruídos”, desmantelados, y sus manifestaciones más representativas deben ser “canceladas”,  eliminadas: cientos de monumentos de bronce derribados, decenas de profesores echados de las universidades por algo que dijeron hace veinte años, libros corregidos porque usaban un lenguaje no inclusivo, películas como “Lo que el viento se llevó” guardadas por mostrar esclavos contentos, cuadros famosos archivados  por ser presuntamente ofensivos para alguna minoría, etc. La cacería de brujas extrajudiciales se ha extendido a España, Italia, Inglaterra y otros países de Europa y no tardará en llegar a Uruguay.

                La actitud “woke”, o sea, la corrección política llevada a extremos intolerables, dejó desamparados del paraguas progresista a millones de hombres heterosexuales blancos, cuellos azules, (blue collars) norteamericanos de origen anglosajón, obreros industriales de las industrias acereras que se fueron a China, productores rurales del centro de los Estados Unidos (red necks) alejados de los centros innovadores, las vanguardias culturales , anti-inmigrantes, anticomunistas, anti-elites universitarias, mujeres y familias religiosas contrarias al aborto, al movimiento LGBTI, a la perspectiva de género , al casamiento de homosexuales, etc.

                No es raro que todas esas enormes minorías conservadoras señaladas por la cultura woke como racistas, misóginas y culpables del atraso,  hayan caído bajo el embrujo de populistas de derecha como Trump, que luce con maestría todos esos atributos.   

                En Uruguay, por ahora, la cultura woke no se ha extendido demasiado. Las rispideces entre el PIT CNT y el Movimiento feminista sobre el protagonismo del 8 de marzo, son normales o civilizadas, y salvo el reciente exabrupto de trabajadores zafrales del carnaval contra una dirigente politica de la derecha, no han habido mayores excesos, de intolerancia woke.

sábado, 25 de febrero de 2023

PERSPECTIVA DE GENERO

 

                                                 Lia Thomas en el podio, campeona nacional

El movimiento feminista y su primo hermano, el movimiento LGBTI, conforman la revolución social más importante de los últimos cien años, y llegó para quedarse, pero cobró una fuerza arrolladora en los últimos decenios, sobre todo cuando descubrió que se podía separar el concepto de género del concepto de sexo, denunciando los roles que el patriarcado asignaba a las mujeres arbitrariamente, con ánimo de dominio, y en detrimento de sus derechos humanos elementales.

El movimiento feminista llamó a este descubrimiento “teoría de género” o “perspectiva de género”, pero algunas líderes incurrieron en excesos extremistas y exageraciones varias que sus enemigos de la derecha conservadora, como Trump, Bolsonaro o Manini, aprovecharon para calificarlo como “ideología de género” en un sentido despectivo o peyorativo.   

LA CARRERA DE NATACION

Lía Thomas es una mujer norteamericana, nadadora y transgénero, que había sido un hombre pero que en algún momento sintió y decidió que quería ser mujer. En marzo del 2022 la dejaron competir en las 500 yardas de los Campeonatos Universitarios Nacionales de USA con otras nadadoras y les ganó la carrera por varios cuerpos. Se ganó la medalla de oro y la furia de todas las rivales que se habían entrenado años para ocupar el podio. A diferencia de las mujeres transexuales, que en general toman hormonas y se operan para parecerse un poco a las mujeres comunes, las mujeres transgénero  no modifican su cuerpo, así que cuando las nadadoras iban al vestuario a ducharse, tenían que soportar a Lía Thomas exhibiendo sus prominentes genitales masculinos.

PERSONAS QUE MENSTRUAN

En Inglaterra, hace unos años, una institución que se encargaba de servicios de la salud reproductiva femenina se propuso actualizar su lenguaje, hacerlo más inclusivo, y por juntar en sus textos a las mujeres y los hombres trans, resolvió eliminar la palabra mujeres y crear una nueva categoría: personas que menstrúan. Entonces J.K. Rowling, la célebre escritora de las novelas de Harry Potter se burló públicamente del dislate y dijo que no creía demasiado en las personas trans. En las semanas siguientes, cientos de miles de lectoras de Rowling  la denunciaron y borraron de sus redes sociales y listas de lectura.                                                      

Estos dos ejemplos del mundo LGBTI demuestran que efectivamente hay mucha intolerancia, un “fascismo de izquierda” en algunas políticas “identitarias”, en la cultura “woke” y en la costumbre de la “cancelación”, pero todo eso lo contaremos la semana que viene. 

 

 

 

 

viernes, 17 de febrero de 2023

EL PARTIDO INDEPENDIENTE


            Me encanta Pablo Mieres, el líder del Partido Independiente. Serio, honesto, razonable, muy respetado por la izquierda y la derecha, se desempeña muy bien como Ministro de trabajo, haciendo de puente entre los sindicatos, que siempre van por más, y la Ministra de Economía, que también es seria y tiene que cuidar la plata del Estado.             

         El problema que tengo con Mieres es que lidera el Partido Independiente con demasiado personalismo. Siempre está sólo a pesar de que tiene gente muy valiosa en su entorno, pero no la muestra, no la lleva a las entrevistas. Pienso en Heber Gatto, Iván Posada, Daniel Radío, Mónica Bottero, Gerardo Sotelo, Alvaro Ahunchaín, Conrado Ramos, por nombrar los más mediáticos. Tampoco tiene Mieres un tremendo carisma, como Manini o Mujica, como para por sí sólo, seducir a un pueblo. En las elecciones pasadas sacó apenas el 1 por ciento de los votos (un solo diputado: Mieres) y tuvo la suerte de que lo nombraran Ministro. 

            El Partido Independiente, (precioso nombre, además), es atractivo para aquéllos intelectuales, periodistas, profesores o artistas que no quieren verse demasiado comprometidos con alguna de las dos coaliciones enfrentadas por la grieta. Es un voto aséptico. Es como ser hincha de Wanderers, ampliamente tolerado y querido por los patéticos equipos grandes de Nacional y Peñarol. Es un Partido de Centro por antonomasia: socialdemócrata, moderado, liberal y socialista, conservador y progre. Ni fu ni fa, pero aparentemente innecesario (o imprescindible?) en esta época de enfrentamientos en todo el mundo, entre una derecha irresponsable que cree que el capitalismo liberal ganó para siempre, y una izquierda marxista derrotada que se atrincheró en la corrección política, el suprematismo moral, en la defensa a outrance de todas las minorías. 

        El problema es mundial, la culpa no es sólo de Mieres. En todo el mundo la grieta, como un agujero negro se devora los votos del centro. Pero aún así, el Partido Independiente podría ser más exitoso si Mieres abriera el juego a todo su equipo. Sería bueno para la democracia, quizás.


domingo, 29 de enero de 2023

LAS SOBRINAS

                   Mi amigo Silvita tiene unas sobrinas de treinta y pico que de pereza nomás nunca terminaron bachillerato. pero después de la crisis del 2002 tuvieron que emplearse de cajeras en el DISCO y en ABITAB por un poco más de veinte mil pesos con una bronca tremenda, viajar de madrugada en CUTCSA para llegar al trabajo, comprar de apuro unos bizcochos,  manipular todo el día cantidades enormes de dinero ajeno y aguantar el desfile incesante de clientes insoportables, hasta que en el famoso encierro del 2020 de la pandemia aprovecharon para hacer por zoom unos cursos de “community manager”, “e-commerce” y otras cosas raras de las “redes  sociales” y empezaron a vender  fruslerías por Internet y a coleccionar “seguidores” y “me gusta” por un sitio que se llama Instagram, y a seguir la vida y milagros de unas mujeres jipi-chic que se llaman “influencers”, que a su vez venden otras chucherías y además ayudan a promover las de las sobrinas.

                Un buen día dejaron los empleos de 8 horas y ahora son “entrepreneurs”. Dice Silvita que van los domingos a visitarlo pero que apenas puede hablar con ellas porque se pasan todo el tiempo atendiendo,   escribiendo, “gugleando” y “guasapeando”  en el celular.  Dicen que de tarde tienen que subir fotos todos los días, atender y contestar enseguida todos los mensajes,  hablar de precios, organizar  entregas con los “deliverys”, pasar números de cuenta, y estar al pie del cañón catorce horas por día.   De mañana tienen que fabricar las mercancías o mandarlas hacer, en China o en Solís de Mataojo según el caso, o comprar los materiales en AMAZON  o en CHIC PARISIEN.

                Dos o tres amigos de izquierda de la tertulia de los jueves le dicen a Silvita que los jóvenes entrepreneurs como sus sobrinas, son los nuevos proletarios del siglo XXI explotados por el  capitalismo neoliberal. Que no se requieren capataces ni gerentes mandones porque los ingenuos entrepreneurs cumplen con los mandatos de Soros y del capitalismo neoliberal  explotándose  a sí mismos catorce horas diarias siete días a la semana en sus “home offices”. A los viejos marxistas amigos de Silvita no les gustan nada los entrepreneurs  porque se les complica el famoso análisis de clases, ya que de mañana las sobrinas son obreras fabricando sus mercancías y de tarde son patronas porque venden en línea lo que hacen sin intermediarios y además se quedan con toda la famosa plusvalía que era la tajada infame que se embolsaba el cerdo propietario aparentemente sin hacer nada.

                Pero Silvita dice que las ve mejor, menos amargadas.  Trabajan en la casa, no tienen horario ni jefes, les entra más o menos dinero, pero sienten que pueden progresar, tienen esperanzas de futuro y ganas de volver a clase a estudiar inglés, computación, fotografía, marketing, yoga y todo lo que se precisa para parecerse a sus admiradas “influencers”, que andan por el mundo luciendo sus habilidades digitales.  Dice Silvita que a veces sus sobrinas extrañan a las compañeras cajeras con las que se sentaban en la vereda en la media hora de descanso a comer una milanesa en dos panes, o que ya no salen de noche con las amigas del liceo. Silvita teme que se transformen en robots inmersos en una distopia sin relaciones de amor ni boliche.  Entonces le dije que les comprara en Tristán Narvaja  las novelas de Orwell y Huxley, “1984” y “Un Mundo Feliz”, por lo menos para que sepan a qué atenerse. “Mis sobrinas no leen libros” me dijo, y me colgó el celular. Pobre Silvita.