sábado, 25 de febrero de 2023

PERSPECTIVA DE GENERO

 

                                                 Lia Thomas en el podio, campeona nacional

El movimiento feminista y su primo hermano, el movimiento LGBTI, conforman la revolución social más importante de los últimos cien años, y llegó para quedarse, pero cobró una fuerza arrolladora en los últimos decenios, sobre todo cuando descubrió que se podía separar el concepto de género del concepto de sexo, denunciando los roles que el patriarcado asignaba a las mujeres arbitrariamente, con ánimo de dominio, y en detrimento de sus derechos humanos elementales.

El movimiento feminista llamó a este descubrimiento “teoría de género” o “perspectiva de género”, pero algunas líderes incurrieron en excesos extremistas y exageraciones varias que sus enemigos de la derecha conservadora, como Trump, Bolsonaro o Manini, aprovecharon para calificarlo como “ideología de género” en un sentido despectivo o peyorativo.   

LA CARRERA DE NATACION

Lía Thomas es una mujer norteamericana, nadadora y transgénero, que había sido un hombre pero que en algún momento sintió y decidió que quería ser mujer. En marzo del 2022 la dejaron competir en las 500 yardas de los Campeonatos Universitarios Nacionales de USA con otras nadadoras y les ganó la carrera por varios cuerpos. Se ganó la medalla de oro y la furia de todas las rivales que se habían entrenado años para ocupar el podio. A diferencia de las mujeres transexuales, que en general toman hormonas y se operan para parecerse un poco a las mujeres comunes, las mujeres transgénero  no modifican su cuerpo, así que cuando las nadadoras iban al vestuario a ducharse, tenían que soportar a Lía Thomas exhibiendo sus prominentes genitales masculinos.

PERSONAS QUE MENSTRUAN

En Inglaterra, hace unos años, una institución que se encargaba de servicios de la salud reproductiva femenina se propuso actualizar su lenguaje, hacerlo más inclusivo, y por juntar en sus textos a las mujeres y los hombres trans, resolvió eliminar la palabra mujeres y crear una nueva categoría: personas que menstrúan. Entonces J.K. Rowling, la célebre escritora de las novelas de Harry Potter se burló públicamente del dislate y dijo que no creía demasiado en las personas trans. En las semanas siguientes, cientos de miles de lectoras de Rowling  la denunciaron y borraron de sus redes sociales y listas de lectura.                                                      

Estos dos ejemplos del mundo LGBTI demuestran que efectivamente hay mucha intolerancia, un “fascismo de izquierda” en algunas políticas “identitarias”, en la cultura “woke” y en la costumbre de la “cancelación”, pero todo eso lo contaremos la semana que viene. 

 

 

 

 

viernes, 17 de febrero de 2023

EL PARTIDO INDEPENDIENTE


            Me encanta Pablo Mieres, el líder del Partido Independiente. Serio, honesto, razonable, muy respetado por la izquierda y la derecha, se desempeña muy bien como Ministro de trabajo, haciendo de puente entre los sindicatos, que siempre van por más, y la Ministra de Economía, que también es seria y tiene que cuidar la plata del Estado.             

         El problema que tengo con Mieres es que lidera el Partido Independiente con demasiado personalismo. Siempre está sólo a pesar de que tiene gente muy valiosa en su entorno, pero no la muestra, no la lleva a las entrevistas. Pienso en Heber Gatto, Iván Posada, Daniel Radío, Mónica Bottero, Gerardo Sotelo, Alvaro Ahunchaín, Conrado Ramos, por nombrar los más mediáticos. Tampoco tiene Mieres un tremendo carisma, como Manini o Mujica, como para por sí sólo, seducir a un pueblo. En las elecciones pasadas sacó apenas el 1 por ciento de los votos (un solo diputado: Mieres) y tuvo la suerte de que lo nombraran Ministro. 

            El Partido Independiente, (precioso nombre, además), es atractivo para aquéllos intelectuales, periodistas, profesores o artistas que no quieren verse demasiado comprometidos con alguna de las dos coaliciones enfrentadas por la grieta. Es un voto aséptico. Es como ser hincha de Wanderers, ampliamente tolerado y querido por los patéticos equipos grandes de Nacional y Peñarol. Es un Partido de Centro por antonomasia: socialdemócrata, moderado, liberal y socialista, conservador y progre. Ni fu ni fa, pero aparentemente innecesario (o imprescindible?) en esta época de enfrentamientos en todo el mundo, entre una derecha irresponsable que cree que el capitalismo liberal ganó para siempre, y una izquierda marxista derrotada que se atrincheró en la corrección política, el suprematismo moral, en la defensa a outrance de todas las minorías. 

        El problema es mundial, la culpa no es sólo de Mieres. En todo el mundo la grieta, como un agujero negro se devora los votos del centro. Pero aún así, el Partido Independiente podría ser más exitoso si Mieres abriera el juego a todo su equipo. Sería bueno para la democracia, quizás.