sábado, 30 de mayo de 2020

TRUMP VERSUS TWITTER



 La gauche socialite y bienpensante uruguaya, que en realidad es una franquicia de la radical left norteamericana, (porque es incapaz de pensar por su cuenta), hoy está contenta porque Twitter editó un par de opiniones de Trump y luego le censuró otras dos, recomendándole a la gente que lea otras fuentes y datos. Ni siquiera eran  tweets  homófobos, racistas o misóginos, habituales en él, sino un comentario inofensivo sobre los procedimientos electorales de California. Claro que si uno es de la siniestra bienpensante y ve la simpática pinta de jipi de Jack, (el dueño de Twitter), comparada con la del careta Donald, es obvio que se va a inclinar por la postura del fundador del pajarito azul, pero en este caso es un error. En efecto, desde la década del 90 las plataformas sociales están libradas por ley de la responsabilidad empresarial de lo que escriben los usuarios, a diferencia de la prensa escrita donde el editor es judicialmente responsable de lo que se dice. Y eso era lo maravilloso de Internet y su libertad de expresión. Era obvio que las redes iban a ser lentamente invadidas por delitos de toda laya, estafas, tráfico de personas, drogas, pornografía infantil, etc.  Entonces alguna gente le empezó a pedir a las redes que borraran las cuentas inapropiadas. A los CEO de las tres o cuatro grandes empresas les encantó la idea de censurar tweets, sitios web y usuarios, se sintieron más poderosos que la Suprema Corte de Justicia y se juntaron entre ellos y donaron 300 millones acá, 300 allá para combatir tal o cual virus,  y les pareció genial.  Ya con viento en la camiseta le editaron  y censuraron los tweets al mismo Presidente de los Estados Unidos. Le dejaron la pelota en la boca del arco. Entonces Donald que es un poco narcisista y paranoico, pero no es bobo, aprovechó el regalo para twitear que si entran a opinar y editar lo que twitea, las tres empresas estrella deberán perder la impunidad otorgada en los 90. Va a ser entretenido el caso, en medio de todas las tragedias que vive Estados Unidos.
jack dorsey, de twitter

viernes, 29 de mayo de 2020

LOS INTELECTUALES Y EL CAPITALISMO


 Encerrado en la cuarentena encontré de casualidad un artículo interesante de un tal Robert Nozick sobre “La Ilustración Liberal”, una conferencia que dio en el Trinity College, por el año 1984. Decía que hay una animadversión oculta contra el capitalismo por parte de los intelectuales, y se pregunta: “¿Por qué se oponen los intelectuales al capitalismo?” “Por qué son tan poco críticos con los sistemas alternativos?” Las notas que saqué se resumen en 5 puntos:
1)    Intereses de grupo: les iría mejor en una sociedad socialista, serían mejor remunerados, serían dirigentes. En el capitalismo el protagonista es el empresario, el hombre de negocios. El intelectual se sentiría mejor en La República de Platón, esa sociedad ideal medio utópica que gobiernan los filósofos.
2)    Las dos ideas que representan la sociedad capitalista son la libertad y los derechos individuales, pero no dicen mucho sobre el resultado final, la sociedad del futuro.
3)    La actividad capitalista está motivada por la codicia pura y simple. En cambio, la actividad intelectual está motivada por amor a las ideas.
4)    Al intelectual le molesta un  sistema cuyo camino hacia el éxito pasa por el gusto del público, un público que es intelectualmente inferior a él. Los intelectuales se resienten por tener que satisfacer las demandas del mercado. Quieren los frutos del éxito sin bajar el nivel de sofisticación de sus productos.
5)    Los intelectuales piensan que son las personas más valiosas de la sociedad, pero el sistema capitalista no premia a los más valiosos sino a aquéllos que satisfacen las demandas de los demás a traves del mercado.

Este artículo de Nozick es provocador, me anima para reciclar un blog que publiqué hace años sobre “Arte comercial y Arte culto” que nunca me satisfizo del todo. Años después, leyendo a nuestro artista conceptual Camnitzer y al sociólogo  francés Bourdieu, se me prendió la lamparita sobre cómo mejorarlo, lo que pienso hacer el mes que viene. 


sábado, 23 de mayo de 2020

APUNTES SOBRE DERECHA E IZQUIERDA Nº 1

     
PROLOGO                                                                                     mayo 2020 
Este invierno empiezo a publicar en mi blog unos “Apuntes sobre Derecha e Izquierda.” Es un tema que me obsesiona desde hace años, porque ya no comparto los tics habituales de la izquierda, (solo me quedan recuerdos afectuosos de mi juventud), pero  tampoco me siento cómodo con la derecha y sus señorones, afectados de un viejo anticomunismo ramplón.
Emulando al célebre filósofo Wittgenstein del siglo pasado, sobre cuál debe ser el rol del filósofo, trataré solamente de aclarar para mí las ideas, definir los términos de la discusión, y opinar lo menos posible sobre los temas políticos en sí. Mi pretensión oculta, sin duda descabellada, es que algunos jóvenes militantes de un bando, o de un lado de “la grieta”,  puedan entender mejor al otro,  y puedan convivir en democracias como la nuestra sin tanto enojo ni tanta violencia exacerbada por las redes sociales..
FUENTES
Además de muchas horas de navegación por Wikipedia y Google, varios textos me han servido de guía, en particular “Derecha e Izquierda”, edición Taurus 1995, de Norberto Bobbio, intelectual europeo que trató  gran parte de su vida de conciliar, para el tórrido sistema político italiano, al  liberalismo con el socialismo, un poco a la manera de las socialdemocracias nórdicas;  también un ensayo de Perry Anderson “Liberalismo y Socialismo en Norberto Bobbio”, publicado en Cuadernos Políticos, Nº 56. México, 1989. en el cual se mencionan también otros autores que han pasado por ambas corrientes ideológicas o tratado de conciliarlas: Bertrand Russel, Stuart Mill, Hobson, Dewey, Rawls y otros.
ORIGEN
El binomio Izquierda-Derecha es una “metáfora espacial” que se origina en plena Revolución Francesa cuando en las Asambleas de los Estados Generales (clero, nobleza y pueblo) convocadas  por el rey Luis XVI en 1789, los partidarios de mantener los poderes del rey se sentaban a la derecha de la presidencia y los partidarios de recortarle dichos poderes se sentaban a su izquierda. (en realidad los representantes del Tercer Estado, el “pueblo” era la creciente clase burguesa que quería acabar con los privilegios de la nobleza y el clero) La díada izquierda-derecha quedó desde entonces incorporada, y aceptada hasta hoy, en la terminología política o ideológica.
UNA DEFINICION
Robert M. MacIver,  sociólogo, filósofo, profesor de la Universidad de Columbia, estudioso de las instituciones democráticas, definió los términos de la díada en The Web of Government (1947):
    “La derecha es siempre el sector partidario asociado a los intereses de las clases altas o  dominantes, la izquierda el sector que representa intereses de las clases económica o socialmente bajas, y el centro los de las clases medias. Históricamente este criterio parece aceptable. La derecha conservadora ha defendido prerrogativas, privilegios y poderes arraigados, la izquierda los ha atacado. Le derecha ha sido más favorable a posiciones aristocráticas, a las jerarquías de cuna o riqueza; la izquierda ha pugnado por la igualación de ventajas u oportunidades, por los reclamos de los menos favorecidos En condiciones democráticas, defensa y ataque se  han encontrado, no en nombre de clases sociales sino en nombre de principios, pero estos principios opuestos se corresponden en general con los intereses de las diferentes clases.”
             Reconocido por su claridad expositiva, Maciver también era conocido por su simpatía por las posiciones de centro, “the middle way” en Inglaterra. Claramente se favorece en esta definición a la izquierda. Ningún derechista se identifica con esa definición. Por esta y otras definiciones, los derechistas niegan la validez actual del binomio. En la batalla por la hegemonía cultural de lo políticamente correcto, la izquierda ha puesto a la derecha a la defensiva. Encuestas de auto-percepción revelan a menudo una ubicación en la izquierda que no se refleja necesariamente en las votaciones secretas. Predomina en las encuestas de opinión una mayoría que se autodefine como de izquierda, un grupo importante de electores que miente o esconde su intención de voto. Si desde la Revolución Francesa la izquierda representa el cambio del Antiguo Régimen hacia la Ilustración, de la Monarquía absolutista hacia  la República, la innovación y el progreso, y la derecha en cambio representa la tradición y la conservación del pasado, ningún ciudadano se siente cómodo en su categorización como derechista.
VALOR RELATIVO
Un término de la dicotomía tiene un significado relativo en función del contexto histórico o de la posición del otro.  Al principio de la Revolución Norteamericana de 1776 y la francesa de 1789, el republicanismo de Jefferson y de Robespierre representaba la izquierda, la superación  de los regímenes estamentarios, del feudalismo y las monarquías absolutistas. Sin embargo hoy en día el Partido Republicano de los Estados Unidos, (de Bush y de Reagan),  se considera  la derecha del sistema de partidos norteamericano, en relación a la izquierda, el Partido Demócrata de Kennedy y Obama.  Las palabras también varían de significado según tiempo y lugar. Como veremos más adelante las palabras república y democracia son hoy en día prácticamente sinónimos, y la palabra  liberal, en Norteamérica, no se refiere a las ideas de Locke o Adam Smith o de los franceses del siglo XVIII, fundadores del liberalismo político y económico, sino al ala izquierda de la sociedad, o del Partido Demócrata,  en sus ideas y en las costumbres de su juventud, relajadas, licenciosas, laicas o socializantes, en el consumo, el sexo, el arte, la política.  En Europa y su inmensa zona de influencia cultural,  la izquierda, en casi todo el siglo XX, está representada en cambio por el comunismo, el socialismo y la socialdemocracia, en relación a los regímenes o ideologías de derecha que sostienen la economía de mercado y la propiedad privada como sus componentes principales. A su vez, como veremos en otros capítulos, en el imaginario colectivo la socialdemocracia  se sitúa “a la derecha de la izquierda” por mantener la economía de mercado, o “a la izquierda de la derecha” por sus fuertes políticas sociales y distributivas.
                 






viernes, 1 de mayo de 2020

SILVITA Y LA CUARENTENA



Mi amigo Juan Silva, rubio, bajito y de pelo crespo, se casó con una antigua compañera de facultad algo menor que él. Como él tiene más de 75, ella lo calificó como población de riesgo y a partir del 15 de marzo no lo dejó más salir a la calle, pagar las cuentas, sacar la basura, ir a la feria y demás tareas propias del género masculino, jaja.  Además de apoderarse del dinero y las tarjetas de débito, la pandemia le exacerbó a ella una antigua obsesión compulsiva por la limpieza,  y todos los días vuelve del súper con variedad de desinfectantes y detergentes que esparce por toda la casa con fruición, limpia la puerta de calle, la ropa, los paquetes, la suela de los zapatos del azorado delivery que les trae el pedido, y persigue a Silvita por toda la casa echándole alcohol con un pomo enorme como del carnaval de los años cincuenta. Para peor, desde que asistió como oyente a clases de perspectiva de género en Humanidades y se junta con las mujeres de la movida feminista, dejó de ser la señora modosa y complaciente que lo sedujo en los setenta, empezó a ir con un tambor a las marchas del 8M y espetarle a Silvita largos sermones sobre cómo deconstruir cuatro mil años de patriarcado y violencia machista, y ahora con la pandemia y el encierro obligatorio ella  tomó el poder total de la casa y lo mandonea todo el tiempo y lo reta por tirar migas al piso, colgar mal la toalla y esas boludeces, justo cuando Silvita está mirando el noti con el parte diario de muertos y contagiados. Le dice a su esposa: “cómo pretendés que en cuarenta días deconstruya lo que nos llevó cuarenta siglos edificar?” Desesperado, algunas noches se desahoga conmigo  por el teléfono fijo, me dice que el virus además de estar diseñado para castigar al capitalismo por sus excesos, además de meterse en los pulmones de la gente para vengar al planeta asfixiado, además de facilitar el control totalitario de la humanidad por el zoom y los celulares, produjo una nueva generación de mujeres, que solitas sin el pit ceneté ni nada tomarán el poder y construirán un mundo feliz, una nueva utopía,  la nueva normalidad. Cuando lo veo así, para calmarlo un poco le digo que mientras no vuelva el fútbol a la tele se viche una serie de Netflix o agarre el libro del Crandon y cocine algo rico, que cocinar es terapéutico, pobre Silvita.