Fui uno de los primeros opinadores de barrio que comentó la honestidad intelectual del Pepe cuando confesó en el libro "Coloquios" el fracaso total de la revolución guerrillera y la necesidad de aceptar a la socialdemocracia por los próximos doscientos años. Él tuvo el mérito de llevar al Frente hacia la democracia y abandonar sin pena la teoría del foco guevarista. También advirtió la dificultad de juntar verdad y justicia por el mismo rabo, y predicó el mutuo perdón. Admirable fue su prédica sobre la austeridad anticonsumista y lo mostró en su vida (aunque despilfarró alguna plata del Estado en aventuras colectivistas fracasadas). Lo único que me impide ver a Mujica como un referente o un modelo es su falta de honestidad intelectual cuando dice hasta sus últimos días que se levantó en armas para atajar un golpe de Estado o derrotar una dictadura. Eso no es cierto, porque yo lo viví: con su accionar provocó, aceleró, alentó el Golpe, y los jóvenes de hoy que lo adoran no lo saben (o no les importa). A mí sí.