lunes, 9 de diciembre de 2019

TRISTISIMO TODO


Siempre traté de ser, como dice Norberto Bobbio, "moderador y mediador entre dogmatismos extremos". Hoy más que nunca: decenas de democracias que parecen estables, están cayendo en enfrentamientos entre dos bandos inconciliables, a punto de precipitarse en líos tremendos. a veces por razones puramente ideológicas. Ahora resulta que los nuevos gobiernos de derecha, como los de Bolivia y Brasil, descubren que los cirujanos cubanos que desde hace años vienen operando de cataratas a miles de viejos pobres, carecen de los títulos académicos adecuados. Según el diario El País, los gobiernos le pagan a Cuba 3000 dólares por mes y por cirujano, y Cuba les paga a ellos 800. Algunos desertan para pasarse al sistema privado, donde la operación cuesta dos mil dólares por ojo, obvio, pero la Universidad no les reconoce los títulos, obvio. Después de 90 000 operaciones en Uruguay sin mayores problemas, el tema se cuela en la agenda. Los oculistas uruguayos que hace 10 años se negaron a operar por honorarios razonables, ahora aparecen diciendo que los cubanos no están calificados. Como ahora hay un gobierno de derecha, es el momento de promover la desconfianza, para que Lacalle los eche y los locales se queden con el pastel. Tristísimo todo.


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