Para los amigos de FB interesados en política, ideologías y tendencias de la sociedad global, recomiendo encarecidamente un libro que se llama “Capitalism, Alone, the future of the system that rules the world”, de Branko Milanovic, economista polaco ya célebre en los medios académicos, pero que escribe con mucha claridad para nosotros los legos. Lo primero que dice es que el capitalismo como sistema económico, representado simbólicamente por Estados Unidos, ha triunfado globalmente, porque funciona, genera prosperidad y satisface deseos humanos de libertad y autonomía. Su marco institucional y jurídico es, casi naturalmente, la democracia liberal (partidos que rotan en el poder, elecciones periódicas, estado de derecho). Pero ese éxito viene con un precio moral: nos empuja a trabajar por el éxito material como la meta suprema de nuestra vida, y el modelo cruje bajo los excesos del consumismo, ataques al ambiente y crecientes indicadores de desigualdad (se ilustra con numerosos cuadros y gráficas estadísticas muy claras en materia de ingresos, clases sociales, oportunidades, etc.)
Este modelo
dominante, globalizado, tiene ahora que
luchar, competir, con el modelo de Capitalismo de Estado representado por China
y otros países del continente asiático. Desde que abandonó el comunismo en
1980, China creció al 8 por ciento anual
en 40 años, y muchos consideran que es un modelo más eficiente que el
Occidental. De comunista nada le queda ya, solo el nombre, y es un país
dirigido por una pequeña élite de dirigentes que en ausencia de democracia y de
un estado de derecho serio, gobierna discrecionalmente todos los aspectos de la sociedad, pero permite el desarrollo autónomo de grandes
empresas industriales, siempre que no
adquieran poder político o se salgan de las directrices oficiales. Según Milanovic,
el modelo chino también es vulnerable: al crecer sin un estado de derecho se
presta brutalmente a la corrupción, y a
los estallidos sociales si por alguna razón el sistema deja de crecer a tasas
espectaculares.
En la tercera parte
del libro, frente a los problemas del capitalismo liberal el autor propone un capitalismo popular, mediante políticas
sociales, impuestos progresivos, participación de los trabajadores en la
propiedad del capital, y propuestas muy originales de manejo de las olas migratorias,
talón de Aquiles que Occidente no ha sabido resolver.
Me dicen que en
algunas plataformas el libro se consigue en español.
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