martes, 20 de abril de 2021

LOS HIJOS DE SILVITA Y LA LIBERTAD RESPONSABLE

 

                                                        ELENCO DE SHARK TANK

Juan Martín Posadas, “el cura”, publicó hace unos días en Búsqueda una columna en la que afirma que la libertad responsable es la consigna, acuñada por Lacalle Pou,  que deberá dominar el horizonte ideológico en los próximos años en América Latina, o por lo menos en Uruguay, si es que queremos salir de la eterna siesta y el atraso endémico. La izquierda también le dio importancia al concepto y lo ha atacado con dureza, asociándolo al neoliberalismo individualista, pero  que no fue entendido ni adoptado por la gente,  ni sirvió para evitar el  descontrol actual de la pandemia.

Entonces llamé a mi amigo Silvita y le pregunté si había leído la columna de Posadas. Me dijo que sí, pero que Posadas en su larga columna le da vueltas a la nueva consigna pero no la desarrolla, no la llena de carne ni de medidas concretas. Dice que Posadas es uno de los pocos notables intelectuales  de la derecha pero que por ser viejo, blanco y herrerista se mueve con códigos de comunicación atrasados.

Silvita tiene varios hijos, mujeres y varones, que tienen entre 20 y 40 años. Ninguno quiso ser empleado público, ni empleado de nadie. Los cuatro son “emprendedores”, se mueven en ámbitos de inglés, computación y marketing, incubadoras de start ups, emprendimientos, ventas on line, hashtags, historias en Instagram, influencers, tutoriales de Youtube, edición de videos, Zoom y Whatsapp, y dos de ellos todavía miran Shark Tank todas las semanas y dicen que es el programa más importante de la televisión educativa (sic), y los otros dos compran y venden bitcoins y NFTs y tratan de inventar aplicaciones para ver si pueden pegar con una y triunfar como Bill Gates, Zuckerberg o Bezos.

Silvita me dijo que a sus hijos les va bien, pero mientras no se generalice en la educación la idea de que es bueno el Mercado, jugar a la bolsa, hacer negocios, ser empresario, tener propiedades o mucho dinero, nuestros países jamás saldrán del estatismo socializante.

Pero Silvita, le dije, estás desconocido, estás hablando por lo que dicen o hacen tus hijos. ¿No les enseñaste los viejos valores que aprendiste en los sesenta? Sí como no. A la que puso un restorán le dije  que compre pollos criados a campo en lugar de los de jaulita, y al que tiene una empresa de limpieza  le dije que ponga a todas las empleadas en el BPS. ¡Ay papá!, dice Silvita que le dijeron, somos entrepreneurs, no empresarios hijos de puta como los de tu generación.

Pobre Silvita. En cuanto colgué con él prendí la tele y me puse a ver por primera vez Shark Tank, (Negociando con Tiburones), que yo creí que era joda y resulta que  es todo de verdad, y entré en Wikipedia  para ver qué diablos era un NFT y me quedé en shock,  pero ésas son otras historias.

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