Me sorprende la indiferencia de los uruguayos, su prensa y sus políticos, con respecto a lo que está pasando en los Estados Unidos. El miércoles seis de enero, pasado mañana, el parlamento norteamericano tiene que refrendar formalmente la elección del demócrata Joe Biden, pero Donald Trump, que cada vez se parece más a Hitler, tiene 140 legisladores republicanos dispuestos a dar vuelta el resultado de las elecciones en lo que sería un Golpe de Estado legislativo que echaría por tierra la longeva democracia norteamericana. Los gobiernos latinoamericanos a través de la OEA y su florido Secretario Almagro, siempre dispuesto a opinar de todo, podrían manifestar alguna preocupación por lo que pasa pero se hacen los distraídos. Anda circulando desde ayer una grabación de Trump presionando a un funcionario de la corte electoral de Georgia para que altere los resultados oficiales que pasaron por tres escrutinios, pero tampoco sabemos o decimos nada, aterrorizados por el largo brazo vengativo del Imperio. 4 de enero del 2020.
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