miércoles, 19 de agosto de 2020

LA LETRA CHICA



Comparados con los canales norteamericanos, los nuestros son un dechado de objetividad. El canal de la Fox norteamericano está descaradamente a favor de Trump, y casi todos los demás descaradamente a favor de Biden. Problema de ellos. Acá en Uruguay, da la impresión que el 4 es el más afín al Gobierno, y el 10 el más alejado. Inolvidable la cara de disgusto de Blanca Rodríguez cuando terminó aquella  primera e histórica conferencia de prensa de Lacalle Pou cuando inauguramos la pandemia. El canal TV Ciudad, de la Intendencia, siempre fue malísimo,  pero ahora está mucho mejor, aunque a veces  sigue pareciendo un Comité de Base del Frente Amplio. Pero el programa La Letra Chica que conduce Ricardo Piñeyrúa con Diego González y Analía Matyszyk, está muy bien hecho, aunque casi siempre flechado a la izquierda. Hoy de mañana estuvo dedicado a la meritocracia, un vocablo que está de moda porque la izquierda combate como enemigas a las feministas liberales que sostienen que las mujeres pueden romper el techo de cristal y llegar a ocupar puestos gerenciales y de gobierno por sus propios méritos sin necesidad de mayores cambios en “el sistema” (todo esto, claro,  es un tiro por elevación para pegarle a Raffo, Argimón, etc). La izquierda sostiene, como presunta vocera del feminismo radical, que todas las mujeres por haber sido oprimidas, tienen derecho a ocupar puestos de dirección. En el programa de hoy, que agarré tarde, había un filósofo invitado muy inteligente que  explicó mediante un ejemplo los límites de la meritocracia. Para seleccionar a los cirujanos de una nueva institución se necesita contratar a los mejores (gracias a Dios) mediante un severo e imprescindible concurso de méritos, (grados académicos, prácticas anteriores, pruebas, etc). Por otra parte la gente requiere servicios de salud.  Si se hiciera un concurso de méritos y pruebas entre los necesitados,  accederían a esos servicios de salud solamente los que hablan y escriben bien, se criaron en una familia culta de buenos ingresos, en una buena escuela de un barrio organizado, de una ciudad progresista, de una región dinámica, etc. El filósofo y sus anfitriones admitieron que esos médicos, por sus méritos, podían o debían ganar bastante más que un salario mínimo. El programa de hoy  terminó cuando estaban hablando de los méritos del famoso  uno por ciento. Se referían  al segmento de población integrado por empresarios, sus gerentes ejecutivos, y estrellas del espectáculo, etc que ganan  veinte o treinta veces más que los simples mortales. Ese inmenso ingreso mensual no sería del todo atribuible a los méritos del individuo sino a haber nacido con algo de suerte,  pero este es un tema que ya comenté en el blog hace dos años.
La Letra Chica. TV Ciudad. Pasa de noche y se repite en la mañana.


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