Una escultura del artista canadiense Timothy Schmalz se
inauguró hace días en la plaza San Pedro del Vaticano, con la bendición del
papa Francisco. Se trata de un homenaje a migrantes y refugiados. Representa
140 personas, igualando el número de santos que figuran en las columnatas de la
Plaza: hay un judío escapando de la Alemania Nazi, una mujer polaca embarazada
huyendo del comunismo, un indio cherokee recorriendo el Sendero de las
Lágrimas, un niño sirio huyendo de la guerra civil, el bote es un símbolo del
viaje de gente de todas las épocas, razas y religiones. En el medio de los
embarcados se ven las alas de un ángel, en referencia a un pasaje de la Biblia
que sugiere que hay que tratar bien a los inmigrantes, pues sin saberlo puede
haber entre ellos un ángel. (Fuente: Hiperalergic)
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