CUADERNOS DESDE CABO POLONIO. Apuntes sobre feminismo, de Juan Silva.
Desde hace varias semanas
mi amigo Juan Silva, alias Silvita, me está haciendo llegar
por correo unos “Cuadernos desde
Cabo Polonio” sobre Feminismo,
escritos a mano con su letra de estudiante de arquitectura. Dice
que se puso a estudiar en Wikipedia feminismo, patriarcado, teoría queer y todo eso, “para no hacer papelones en las
tertulias de los martes del Café
Brasilero”. Son diez cuadernos. El
primero, que transcribo hoy para las redes, es una especie de resumen de su tesis central:
que habría tremendo quilombo en el feminismo por la intrusión del movimiento
LGBTI. Los otros nueve cuadernos son prácticamente un Glosario comentado, de
los términos que en este Resumen aparecen en negrita. Los publicaré después de
las vacaciones.
CUADERNO UNO: RESUMEN.
El movimiento feminista viene de siglos atrás pero nació como
movimiento hace cien años aprox. Representa
el interés en conquistar la igualdad de
derechos de todas las mujeres. El
movimiento pasó por varias etapas, desde 1920 hasta hoy, a lo largo de las cuales se luchó por temas tales como sufragio, educación, divorcio, derechos políticos, empleo, liberación sexual, reproducción y aborto,
violencia doméstica, acoso sexual, etc.
Desde la década del noventa el feminismo centró su activismo contra el patriarcado como responsable
principal de la discriminación contra la mujer.
También en los noventa se
incorporó el movimiento LGBTI, que representa
el interés de las minorías sexuales en
luchar por sus propios derechos específicos (reconocimiento de la diversidad,
matrimonio igualitario, adopción, asignación de nombre y género distintos al
sexo, tratamientos médicos, etc).
Según Silvita, el movimiento feminista, que numéricamente es
abrumadoramente heterosexual, fue copado por el movimiento LGBTI, el
cual saturó la agenda del feminismo con
sus propias reivindicaciones. Incorporó un nuevo concepto de género, entendido como construcción social y cultural que define
diferencias no biológicas entre hombres y mujeres, tales como roles, mandatos,
conductas y expectativas para cada sexo.
Incorporó la teoría queer, la cual afirma
que además de los géneros, las
identidades sexuales y las orientaciones sexuales también son resultado de construcciones
sociales y culturales , modificables, elegibles y múltiples. Atacó al heterosexualismo por su presunto binarismo y
su heteronormatividad obligatoria, y
finalmente intentó llevar estas ideas de diversidad y género fluido a las aulas
infantiles, lo que provocó la reacción airada de diversos sectores políticos y
religiosos.
Según Silvita, el entrevero de banderas feministas con
banderas propias de la comunidad LGBTI habría provocado la deserción de la mayoría de
mujeres heterosexuales y perjudicado la eficacia de la lucha de ambos
movimientos.
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