Estuve casado con la hija de Eugenio Gómez, fundador y líder del Partido Comunista. Antes de su muerte lo frecuenté unos cinco años en su modesta casa en La Teja. En cuanto supo que yo, indisimulable clasemediero, estudiaba arquitectura y andaba metido en asuntos del izquierdismo, me echó un cariñoso discurso y me pidió "que me recibiera, que hiciera lindos edificios y dejara a la clase obrera en paz". Tenía razón mi suegro: Lenin y Stalin y demás referentes del socialismo real odiaban a la clase media y su ideología de centro, la socialdemocracia. Decían que solo podíamos confundir y hacerle daño a la clase obrera y su revolución socialista. Vacilantes, llorones; en cuanto hiciéramos unos pesos con el título íbamos a abandonar la causa revolucionaria, traicionar a la clase obrera y dejarla colgada del pincel. Tenían razón. En lugar de dividirse el mundo en un puñado de ricos y una mayoría de hambrientos como preveía Marx, la clase media creció y creció y creció en todo el mundo y con ella su ideología, la socialdemocracia, mezcla sin gloria de ideas liberales y socialistas en un régimen donde conviven empresarios que saben de economía y hacer plata, con burócratas o administradores que no saben hacer plata pero saben repartirla entre casi todos. Cuando este equilibrio entre libertad e igualdad se rompe o se usa mal, el venerable votante de clase media deja el centro, se inclina hacia la derecha, la libertad del mercado, o hacia la izquierda, el igualitarismo de Estado.
En estas próximas elecciones uruguayas con la ausencia de Vázquz, Astori y Arana, el Frente Amplio se queda sin espacio del centro, socialdemócrata porque dominan las alas comunista y tupamara. Decenas de miles de votos clasemedieros que podrían volver al Frente estarían orejeando para ver cómo viene la mano, porque en el poderoso PIT CNT también se nota la hegemonía del Partido Comunista y la desaparición de su espacio de centro. Una unidad de acción estratégica entre un PIT CNT sin centro y un FA ganador de las elecciones y sin centro, puede derivar en cualquier cosa disparatada.
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