lunes, 4 de julio de 2022

LA MODERNIDAD ATACADA POR CULPAS ESPANTOSAS

                         




La modernidad, entendida como el proceso civilizatorio que se produjo en Occidente a la luz del Renacimiento, el Parlamento Inglés, la Reforma Protestante, el Descubrimiento de América, la Ilustración,  las Revoluciones Francesa y Norteamericana,  el Capitalismo, la Revolución Industrial y las Democracias Liberales, está siendo atacada en sus bases fundacionales.

           Según el nuevo relato de la Nueva Izquierda, en 1492 los pueblos de América no fueron “descubiertos” sino conquistados y saqueados mediante el Colonialismo y la Esclavitud, dos pilares constituyentes de la acumulación capitalista. Esta ventaja inicial espuria habría permitido a los europeos industrializarse antes que los árabes, hindúes, africanos y asiáticos y mantener a todos en estado de dependencia hasta hoy.

      Además de explotar a la clase obrera, el Capitalismo, con la complicidad de la Iglesia Católica, habría sido responsable del Patriarcado, la Homofobia, la Misoginia, el Racismo y demás conductas que permitieron excluir del poder a los homosexuales, los no blancos y las mujeres, o reducir a estas minorías  a roles inferiores y subalternos.

      Más acá en el tiempo,  las aventuras militares de USA y Gran Bretaña, en respuesta al 11 de setiembre, habrían exacerbado la yihad islámica contra occidente, propiciando el éxodo masivo de inmigrantes a Europa, la consiguiente xenofobia y el  vuelco de los ciudadanos europeos a la extrema derecha y el fascismo.

      Las críticas posmodernas de la izquierda a las bases del liberalismo capitalista intentan deslegitimar  la idea del proceso civilizatorio, y han puesto al varón blanco liberal de Occidente a la defensiva, a sentirse culpable de todos los crímenes de los últimos cinco siglos y a rechazar la idea del progreso lineal y continuo.

      Hace unos años estas reflexiones me llevaron a presentar a un Salón Nacional una escultura moderna compuesta por elementos modulares abstractos, pero invadidos por unas formas negras medio siniestras, más un poema que alude a mis creencias de entonces, más un texto de justificación de la obra, que es  esta página.

      La obra integra mi creciente colección de obras rechazadas, por las cuales siento un especial cariño, pobrecitas



 

 

 

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