En las elecciones primarias del supermartes del 5 de marzo hubo elecciones primarias en USA en las que Trump consolidó su candidatura a la Presidencia. Por otro lado la Suprema Corte de Justicia, en gran parte nombrada por Trump, lo autorizó a ser candidato, a pesar de haber alentado una insurrección palaciega el 6 de enero de 2020, cuando perdió con Biden.
Es altamente probable que a fin de año sea Presidente de USA. Milloneta mal, deleznable, groncho, terraja, chorro, machista, narcisista, misógino y mentiroso, muchos norteamericanos se identifican con él porque está contra el aborto, detuvo la inmigración masiva en la frontera sur, se opuso a la cultura woke de extrema izquierda, trajo de vuelta industrias americanas de China, no inició nuevas guerras, obligó a los eurpeos a pagar sus cuotas de la OTAN, y sobre todo porque tiene una personalidad arrolladora y carismática como la que tenía Hitler. Los demócratas no pueden construir en pocos meses un candidato que pueda sustituir al anciano Biden, y éste no puede manejar la invasión masiva de inmigrantes centroamericanos ni los delirios de grandeza imperial de Putin.
En voz baja, casi con vergüenza, algunos amigos míos que detestan a Trump, piensan que por su locura imprevisible y su narcisismo patológico no le gusta perder ni a la bolita, y puede ser el único capaz de detener la agresividad expansiva de Rusia y China hacia occidente. Así está el mundo, amigos, después no digan que no les avisé.
